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Y nos pintamos los labios con la boca.
Nos mordemos con los ojos. Nos ahogamos.
Diciendo todo con nada.
Fundiéndonos, fusionándonos. Diluyéndonos.
Suspirándonos. Provocándonos. Derritiéndonos.
Pasión, deseo, amor. Más, mucho más.

-Volvió la maniática de las fotos, que felicidad

... A la suave luz de la luna vi tu espalda. Hay un lugar allí para mis huellas y un lunar nocturno.

                                  

Linda ciudad, pasaporte al manicomio.
Que si y no,
porque si mucho o poco
siempre nunca y todo eso, después.

-Me explico?

Mundo Remolino

- Que simple si fuera simple

Pio pio

    Recuerdo siempre esta historia de cuando era chiquita:

    Estaba en el jardín con mis compañeritos, jugando en el patio.

De pronto vimos un pajarito, estaba lastimado y no podía volar.

Buscamos una caja en la que se sintiera cómodo y lo cuidamos.

    Estabamos convencidos de que distraído, se había comido una piedrita, la cual se le había ido hacia las alas y era por eso que se sentía mal. Era por eso que no volaba.

    Lo que no recuerdo fue que habrá pasado con él más tarde, imagino que habrá acomodado mejor el peso y logró superar esa situación.

Menuda metáfora mi anécdota..

Histerias historias

Decidí dejar de hacer las cosas que no podía, así que no dormí.
Leí, miré la luna y encendí un cigarrillo imaginario.
Me tiré en la cama y di mil vueltas.
Prendí el celular confiando que así llegaría el mensaje que no esperaba.
No espero más. Tampoco acciono.
Me dejo doler la panza. Somatizo y esas cosas que suelo hacer.
No te espero más. No quiero que me vengas a buscar.
Sigue el reloj en marcha. Se hace de día quizás.
LLamame.