Se le enfría la fiebre al verano,
por un par de segundos
sobre el pecho.
como quemándose con té,
con hielo seco,
con braza incandescente.
No entienden,
hay veces que no entiendo,
Porque (¿por qué?) todo es así
reiterado y constante.
Cíclico y adoquinado.
Me obligo a obligarme y despegarme,
que ya no soy chicle.
Me pido un mínimo de compasión
a la hora de acercarme al pecho quemado,
a la garganta seca y el ánimo anudado.
-Fuerza chica que vas bien!-
Me grité desde un rincón de mi interior
domingo, 12 de febrero de 2012
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