-Tachame la doble-

Relatando otra realidad

lunes, 2 de enero de 2012

Sonrisa Torcida

Los labios se van secando.
Se cortan, se rajan, se agotan.
Duele más, muchisimo más la sangre, que de a finos hilos fluye, que la mismísima grieta.
Duele más que el beso no demuestre la caricia, que la propia herida, chocando contra la boca sana.
Árida, desierta, devastadamente abandonada, la herida se camufla entre los pliegues.
Dice "no pasa nada", no quiere doler.
Muere de envidia, se envenena, se raja, se ahonda.
Se rasga, se retuerce, convulsiona.
Quiere salir, explotar, sanar.
Sanar? Cierto.
Reponerse, aliviar la inflamación.
Fortalecer los tejidos.
Calmar la sed.
Calmar-se.

Pero ojo, no te creas

10 comentarios:

  1. ¿Usted nos conoce tanto sólo de sus visitas?

    ResponderEliminar
  2. No se preocupe. Los espejos de las palabras a veces causan esos efectos.

    ResponderEliminar
  3. ¿calmarse? a veces es imposible calmarse.
    ¿calmar la sed? ¿la sed de qué? a veces estamos cada vez más secos.

    ResponderEliminar
  4. Un beso torcido. Cuando la lucidez muerde el pato.

    Vamos a bailarnos, a curarnos un poco.

    Saluditos, abraxos y cosas bonitas

    ResponderEliminar
  5. No te creas. Geniaal, que andes bieen, besos:)

    ResponderEliminar

Hell yeah! :D