Me pregunté como estaba.
Hace un buen tiempo ya, que no me doy un instante.
"Bien". Seco y mentiroso.
Me consulté la autenticidad de la respuesta,
pero de pronto una gran cucharada de dulce de leche
evadió la necesidad de una respuesta.
Yo no puedo creerlo! Qué difícil se me hace hablarme!
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Pues no lo hace mal, teniendo en cuenta que le a la palabra le echa azúcar cuando le pide: ¡sal!
ResponderEliminarSalud.
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ResponderEliminarSigue siendo mucho mejor que hablar con otras personas, en algunos casos.
ResponderEliminarvengo a opinar de lo que dijiste sobre el club de la pelea y la isla siniestra y justo tu post habla sobre hablarse a uno mismo. qué raro.
ResponderEliminarlo que decís sobre esas películas es verdad, hay que verlas con una buena separación entre una y otra.
hay una peli francesa que se llama alta tensión, que tiene boooocha de clichés que ya vimos en mil películas yankis, pero que si vemos esta peli después de mucho tiempo sin haber visto películas yankis clicherosas te re vuela la capocha.
una que para mí no sigue parámetros es "juegos sádicos", la que puse como mejor película en mi post anterior.
y chué...
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