No quiero ver el edificio más alto del mundo, y menos estar en su techo.
No quiero nadar sin haber logrado todavía perderle el miedo al mar.
No quiero volar si todavía camino con dudas.
No quiero ser un montón de palabras sin sentido.
No quiero seguir en un laberinto.
No quiero seguir siendo un laberinto.
miércoles, 24 de febrero de 2010
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Hell yeah! :D