Desventuras varias

Me cambié, me arreglé el pelo y hasta me estaba por maquillar... Pero, qué estoy haciendo? Tiene que salir más natural, además.. Cuántas son las personas que salen bien en la foto del documento? Se cuentan con los dedos de una mano.
En fin, dejó de tener importancia.
Salí y, aunque sea estúpido lo admito, todo el camino practicando mi "cara de documento" (Se que no soy la única en hacerlo).
Llego y, claro, como me digné a ir, el lugar estaba cerrado, en media hora abría.
Hago un gesto con la mano, miro al techo y desparramo un sonido parecido a: -ArrrrrghhhH!!!!! miro para el costado y el pelado con celular no pudo contener la risa, yo también me reí.
Volviendo a casa me relataba esa misma historia vivida hacía segundos, pero claro, ahí me acordé que seguía en la calle y mi boca todavía balbuseaba en silencio.
A la nena que me crucé no le pareció tan gracioso como a mi, creo que hasta le dió miedo, pero yo me volví a reir.

En fin, idas y venidas porque por alguna razón los Superchi se complotaban y no abrian. De todas formas logré juntar todo para hacer las benditas galletulis, hasta que, claro, al abrir el chocolate me encontre como gusanitos horribles y... de mal sabor. Cómo fue que no los vi? PUAJ
No paré de escupir y tuve que llorar.
Ok, las galletitas ya NO podían tener chocolatito, tampoco forma o consistencia de galleta porque me olvidé el polvo para hornear, entonces esas masitas secas con gusto a limón solo iban a quedar bien si les ponía cobertura de chocolate (OTRO chocolate, de ese que compré para hacer los bombones y que nunca concreté).
Pero, claro, hace media hora está en baño maría y sigue sin derretirse.
Como cocinera, hoy, una vergüenza