Día 1 (y esto recién empieza)

Ya comezaba el día con una radio que me cantaba "..no existe el olvido, mi amor, no existe". Asquerosa letra. -Y a mi qué me importa, si no quiero olvidar nada?
La mochila sin razón aparente pesaba 15 veces su tamaño, o la mitad de mi propio peso, todavía no se.
Un día tan gris. No podía evitar extrañar mi cama.
Las horas pasaron casi sin llorar.
Refugiándome en la danza, me escapé a un mundo donde no hay nadie más que yo, por lo tanto no tenía que dar explicaciones, no escuchaba opiniones ni perdía ilusiones.
Un par de abrazos me desarmaron por completo (aunque trate de resistir un poco).
La sed tímida, el apetito desganado, todo por obligación.
Sin duda la noche es lo que más cuesta, y sin darme cuenta cómo, llegó.
Con ella también la insistente angustia.
Vuelvo a querer saber de vos, te vuelvo a buscar, vuelvo a pensar en todo y no quiero saber más nada.

No quiero extrañarte, porque se que no puedo extrañarte.