-Tachame la doble-

Relatando otra realidad

martes, 24 de agosto de 2010

Pajarito de papel

-Pajarito a comer a otro lado, en mi nido no te quedás!
Volá y ya.
Pero de pronto no me hizo caso, y yo sin querer se lo permití.
Las alas se convirtieron en refugio y el piquito en calor.
Soltarlo de la jaula y hacerlo bailar conmigo era placenteramente liberador.
Un acto egoísta e infiel hacia los demás seres.
Pero esa hermosa sensación de angustia no me la quería quitar con nada.
Ese pajaro era fuego; era tierra y fantasía. Todo verdad, todo mentira.
Pero aún yéndose el invierno, se descubrió golondrina y voló.
Sin mi permiso.
Llevándose con él toda la presión, el dolor, la confusión y la tristeza.
Entonces, por qué lo extrañaba tanto?
Ahí fue que comprendí que, aún sin admitirlo, uno siempre necesita un poco de dolor,
y ese pajarito eso era, dolor, soledad, incomodidad, desconsuelo y farsa.
Era eso lo que me seducía. Todos amamos la inestabilidad de la melancolía.

1 comentario:

Hell yeah! :D