-Tachame la doble-

Relatando otra realidad

miércoles, 3 de febrero de 2010

Pareciera Nunca Acabar

Un libro, verde.
Una chica, dos ojos bien grandes, curiosos.
El libro se abre, amarillo vejez, eso se ve claramente.
Los ojos empiezan la maratón a través de los renglones, parecieran nunca acabar.
Los únicos colores que se ven son los del iris, también verdes, de esa chica.
No pasa nada. No parece que pase nada.
Algo empieza a incomodarse, quiere salir. Explotar.
De a poco una llamita aparece: rojo, amarillo, naranja.
Ella no se asusta.
Las llamas se hacen a un lado, aparecen los árboles, marrón dominando el acto.
El resto de la escenografía va saliendo de a poco, escurriéndose entre las líneas.
Ella sigue inmóvil, sólo espera el colectivo.
A su alrededor tampoco se ve mucha intranquilidad, solo genera curiosidad…
Una chica, con su edad, con un libro, solo por placer.
Vuelve a meterse en ese contenedor de mil y un frases.
Las lenguas de fuego y de colores vuelven a fluir, aún con más fuerza que antes.
Demasiado pasa ahí dentro como para poder contarlo.
Parecieran salir ideas por todas sus acciones. Cada palpitación se vuelve una revolución.
Cada respiración un triunfo.
Se acerca el colectivo (al fin!). Pone un señalador, no quiere perderse de nada.
Levanta la mano. Vuelve a contar las monedas.
Ya arriba, se pone a seguir leyendo. Inundando todo el espacio de más colores.
Pero sigue sin pasar nada. Sigue sin notarse todo lo que pasa.

2 comentarios:

Hell yeah! :D