-Tachame la doble-

Relatando otra realidad

sábado, 13 de febrero de 2010

Temperatura a la que se enciende el papel, y arde..

-Jesús- dijo Montag-. A toda hora tantas cosas malditas en el cielo.
¿Qué demonios hacen esos bombardeos ahí arriba, sin descansar un minuto?
¿Por qué nadie habla de eso? ¡Hemos iniciado y ganado dos guerras atómicas desde 1960!
¿Nos divertimos tanto en casa que nos hemos olvidado del mundo?
¿Será que somos tan ricos y el resto del mundo tan pobre y no nos importa que lo sea?
He oído rumores; el mundo está muriéndose de hambre; pero nosotros estamos bien nutridos.
¿Es cierto que el mundo trabaja duramente mientras nosotros jugamos? ¿Nos odiaran tanto por eso?
He oído rumores acerca de ese odio también, muy de cuando en cuando. ¿Sabes tú por qué nos odian? Yo no, debo admitirlo. Quizás los libros nos saquen un poco de esta oscuridad.
Quizás eviten que cometamos los mismos condenados y disparatados errores.
No he oído que esos idiotas bastardos de tu sala hablen de eso. Dios, Millie , ¿No te das cuenta?
Una hora al día, dos horas con esos libros, y quizás..
Sonó el teléfono. Mildred tomó rápidamente el auricular.
-Ann!-exclamó riendo-. ¡Si! ¡Esta noche los Payasos Blancos!
Montag fue a la cocina y dejó caer la mano con el libro.
(…)

Fahrenheit 451, Capítulo 2 El Tamiz y La Arena, Página 69

2 comentarios:

Hell yeah! :D